La creatividad es un valor en alza, de hecho tendría que ser el principal valor a tener en cuenta para crear una sana mejor sociedad. Sin embargo, ya a los niños se les educa desde la escuela a no ser creativos y se les estimula para obedecer normas y creer en los criterios de autoridad. No obstante, con la llegada de Internet descubrimos todos que podíamos desarrollar libremente nuestra creatividad, que volvíamos a ser niños otra vez y sobre todo los niños creativos que siempre quisimos ser. La creación de páginas web fusionadas con el diseño gráfico y el entorno del marketing digital, representa para la sociedad un hito de la expresión del trabajo creativo, tal vez el único trabajo que podría ser considerado tal, el único trabajo que debería llegar a existir. Moralmente se puede soltar un sermón plasta en otro estado de conciencia pero la opción mejor es preguntarnos qué estamos haciendo aquí, qué estamos haciendo en esta sociedad. La creatividad que se puede llegar a expresar en Internet es tal que los jóvenes prefieren ese medio para desarrollarse incluso en detrimento de una vida social que ya no les motiva.