Fiesta en Valladolid
Discomovidas de pueblos
El embargo emocional que se siente cuando dispuesta la mesa de mezclas empieza la fiesta es inenarrable. El pinchadiscos se desplaza con su equipo de sonido por las regiones y ciudades, por los pueblos y sus laberintos, llevando felicidad y armonía con discotecas móviles y haciendo mayor la dicha de los ágapes de unas fiestas nacionales, una boda o un bautizo o la celebración del santo patrón.
Cuando la discomovida Valladolid se instala en pueblos y ciudades los mozos y las mozas bailan con sus sueños húmedos que repoblarán el mundo. El profesional de la música enlatada expresa diversas formas musicales completas y complejas y las va esparciendo por los sentidos que primero rumiantes por el bebercio y el alcohol se van volviendo cada vez más sutiles preparados ya para la fiesta que llega en bucle y luminosa empieza una y otra vez y una y otra vez y nos hace si no grandiosos un poco más sabios y verdaderamente más felices.
Apreciar la buena música itinerante y discotequera que se traslada de acá para allá ahora es una realidad, al igual que los viejos cómicos de nuestra tierra los discomoviteros recorren los pueblos y las comerás haciendo su encomiable labor y llevando paz y felicidad a los honrados trabajadores que brega de de sol a sol realizan sus labores en el campo y disfrutan de su merecido salario unos días de asueto en los que el discomovitero les enlaza su alma a las notas y los compases musicales para su relajo y solaz.
Gente trabajadora y muy válida de los pueblos y comarcas de nuestra anchurosa piel de toro reciben con agrado al discomovitero en los días de fiesta cansados del duro trabajo y de bregar para extraerle el alimento a una tierra ingrata, pero también el discomovitero va por los barrios humildes de las populosa ciudades llevando alegría y armonía a la gente trabajadora que hace de sus días de trabajo un progreso para toda la sociedad.